Dígase que caí del palto
En el mismo instante que el pez moría por la boca.
Pero yo había abarcado más que apretado,
Había puesto mala cara al tiempo
Sin cuchillo de palo.
Con los dientes duros clavados en el pan agudo
Te escribo para decirte que no tengo hambre de pan duro.
Mujer que nació estrellada y sin estrella
Ya vi tu cara necia que mira mis oídos sordos.
Mujer que corre el agua y no deja de beber.
No escupas al cielo que el corazón no siente.
Ya sabes que perro que muerde tampoco ladra
Y que no hay madrugada que despierte a Dios.
Deja que se cueza el tiempo
Y no me mires los dientes
Pues no pretendo pajarearte los tiros
Ni comer nueces mientras mato mucho.
Ya en tiempos de moscas abiertas y bocas cerradas
Salgo a gritarte que no me gusta que me pique la sarna.
Porque contigo ni pan
ni cebolla.